NUESTRA MISIÓN EN LA VIDA. "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura" *Marcos 16:15, es la orden de Cristo a sus seguidores. No quiere decir esto que todos sean llamados a ser pastores o misioneros en el sentido común de la palabra; pero todos pueden ser colaboradores con él para dar las "buenas nuevas" a sus semejantes. Se da la orden a todos: grandes o chicos, instruidos o ignorantes, ancianos o jóvenes. ED. 264.
miércoles, 30 de septiembre de 2020
LA ORACIÓN. La oración es el canal de comunicación entre nosotros y Dios. Dios nos habla por medio de su Palabra, nosotros le respondemos por medio de la oración, y él siempre nos escucha. No podemos cansarlo o abrumarlo con las palabras de nuestro corazón. Vivimos en tiempos difíciles. Los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor exigen que cada seguidor de Cristo mantenga fervientemente su relación con Dios. Somos reconfortados al saber que Dios está dispuesto y listo para escuchar y responder nuestras sinceras plegarias sin importar las circunstancias. Él es un Padre amante que se interesa cuando las cosas van bien y cuando las vicisitudes de la vida nos propinan los golpes más devastadores. Cuando el clamor de nuestro corazón es “¿dónde estás, Dios?”, él se encuentra a la distancia de una oración. Or. 5.
jueves, 24 de septiembre de 2020
EL PECADO. La Sagrada Escritura no enseña que el pecador deba arrepentirse antes de poder aceptar la invitación de Cristo: “¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!” La virtud proveniente de Cristo es la que nos induce a un arrepentimiento genuino. El apóstol Pedro presentó el asunto de una manera muy clara cuando dijo a los israelitas: “A éste, Dios le ensalzó con su diestra para ser Príncipe y Salvador, a fin de dar arrepentimiento a Israel, y remisión de pecados.” Tan imposible es arrepentirse si el Espíritu de Cristo no despierta la conciencia como lo es obtener el perdón sin Cristo. Él es la fuente de todo buen impulso. Es el único que puede implantar en el corazón enemistad contra el pecado. Todo deseo de verdad y pureza toda convicción de nuestra propia pecaminosidad evidencian que su Espíritu está obrando en nuestro corazón. CC 26.
lunes, 14 de septiembre de 2020
domingo, 13 de septiembre de 2020
CARÁCTER. Los pensamientos forman el carácter. El hombre, "cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él" (Prov. 23:7). Muchos pensamientos forman la historia no escrita de un solo día, y tienen mucho que ver con la formación del carácter. Debemos vigilar estrictamente nuestros pensamientos, pues un pensamiento impuro deja profunda impresión en el alma. Un pensamiento malo deja una mala impresión en la mente. Si los pensamientos son puros y santos el hombre mejora por haberlos acariciado. Aceleran el pulso espiritual y aumentan el poder para hacer el bien. Y así como una gota de lluvia prepara el camino para otra en el humedecimiento de la tierra, un buen pensamiento prepara el camino para otro. MJ 142
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